¿Cómo reducir el estrés en la clínica?
En este artículo vamos a hablar acerca de otra gran pandemia de la que quizás no estemos tan concienciados, pero que supone un grave problema de salud pública: hablamos del estrés y del síndrome de Burnout, declarado factor de riesgo por la OMS.
Se trata de una forma de estrés crónico, un estado de agotamiento mental e incluso físico derivado de nuestra forma de afrontar las exigencias del trabajo y que puede desembocar en otros problemas de salud más severos.
Esta sobrecarga emocional está muy presente en la clínica dental y las estadísticas sitúan a la odontología como uno de los sectores más castigados por ella.
Y es que sus profesionales se encuentran en un estado de activación permanente, siempre atentos a que todo se encuentre bajo control. Esta situación, prolongada en el tiempo, puede producir agotamiento y ansiedad.
¿Qué causa el estrés en la clínica dental?
- Responsabilidad del propietario
La labor del propietario de la clínica dental, independientemente de su perfil profesional -puede ser odontólogo o quizás no contar con estudios médicos y trabajar en exclusiva como gerente- requiere de una implicación total.
No hay que olvidar que está en juego la salud del paciente.
A esto hay que sumar una interminable lista de tareas como la supervisión de cada área de la clínica, la toma de decisiones, la gestión de recursos humanos… todo mientras se busca el equilibrio entre la rentabilidad de la clínica y la calidad asistencial.
- El trato con personas.
Y con mayor relevancia en el sector de la salud, ya que tiene varias implicaciones.
Por un lado, que el nivel de exigencia sea máximo, ya que no puede haber lugar a errores. El miedo a las quejas o a obtener resultados insatisfactorios siempre está presente.
Por otra parte, los profesionales pueden verse contagiados por los estados de ánimo del paciente: miedo, ansiedad, enfado, agresividad… Todo esto genera una gran presión psicológica.
- La gestión de las tareas y de las obligaciones.
Especialmente cuando no existe una gestión eficiente de las mismas y no se tienen claros ciertos objetivos, tareas y jerarquías. Esto genera frustración y desmotivación, que unida al propio estado de activación en el trabajo pueden pasar factura al equipo.
- Las relaciones con los miembros del equipo.
Como en cualquier entorno laboral, puede haber fricciones cuando personalidades diferentes, con distintas visiones del trabajo comparten el mismo espacio durante tantas horas.
- La falta de tiempo
Los trabajadores de las clínicas están muy familiarizados con las horas extra, con llevarse trabajo a casa, con no desconectar en vacaciones, con la falta de descanso… Todo porque el tiempo nunca es suficiente, aunque detrás de esto siempre suele haber problemas en la gestión.
- La alta competencia del sector.
Que obliga a las clínicas a reinventarse cada día para conseguir nuevos pacientes, a conservar los actuales, a mantener los márgenes de beneficio… Actualmente pocos dentistas pueden focalizarse en exclusiva a desempeñar su profesión y surgen cada vez más factores externos a los que atender.
¿Cómo detectar el estrés en la clínica?
Es fundamental detectar a tiempo cualquier actitud, tanto propia como de cualquier compañero, que pueda alertarnos del estrés. Para ello es esencial mantener una buena comunicación y no olvidar que el capital humano es lo más importante.
Estos son algunos de los síntomas que podrían indicarnos que una persona está sufriendo estrés en la clínica:
- Aumento de los despistes y accidentes.
- Cambios de humor e irritabilidad.
- Desmotivación por el trabajo y procrastinación.
- Bajo estado de ánimo y de energía.
¿Cómo puedo enfrentarme al estrés en la clínica?
Lo más probable es que en algún momento el estrés se adueñe de algún miembro del equipo, o incluso traspase el ambiente de la clínica.
Como consejo, te diríamos que lo más importante es anticiparse y prevenir esta situación. Para ayudarte, te proponemos tres estrategias:
- Elaborar un plan de trabajo
Este plan de trabajo debe incluir todas las tareas que se realizan en la clínica, quién es el responsable de cada una de ellas, cuánto tiempo se tarda en realizarlas… De esta forma es más sencillo identificar los excesos en la carga de trabajo y distribuirlo de una forma más equitativa.
Este plan de trabajo puede realizarse quincenal, mensual o trimestralmente, pero lo más importante es que lo revises de forma rutinaria para poder realizar un seguimiento de cada tarea y verificar el cumplimiento de cada una de ellas. El formato checklist es el más indicado para llevar un control de estas tareas.
Esto os mantendrá más cerca de los objetivos marcados y más lejos de la ansiedad que produce la falta de un rumbo bien definido.
- Reúnete con tu equipo.
La comunicación es vital. Realiza reuniones breves que te ayuden a conocer cuáles han sido esas tareas estresantes que le han quitado la calma a los integrantes de tu equipo. Anímalos a que compartan su experiencia y discutan sobre las posibles soluciones para enfrentarse las nuevas tareas.
Volvemos a recalcar la importancia de la comunicación en cada ámbito de nuestra vida.
- Incorpora técnicas de relajación.
Una de ellas es la respiración, que suele ser muy útil en momentos de estrés. Puedes buscar el apoyo de algún especialista para que realice un entrenamiento con los mejores ejercicios de respiración para aplicar en estas circunstancias.
El team building es otra opción super interesante para mantener al equipo motivado.
Realizar actividades deportivas en grupo, al aire libre, scape rooms… existen infinidad de opciones que te ayudarán a crear un equipo motivado, cohesionado y fuerte.
También son eficaces para mejorar la confianza y la comunicación e incluso pueden ayudar a resolver alguna discrepancia o conflicto entre compañeros.
- Delegar y no asumir toda la responsabilidad
A la mayoría de profesionales les cuesta delegar por diferentes motivos:
Estamos acostumbrados a tener la responsabilidad sobre una tarea, creemos que no compensa el tiempo que invertiremos en formar a alguien, tenemos miedo a perder el control…
Pero cuando conseguimos delegar una tarea lo primero que nos viene a la cabeza es por qué no lo hemos hecho antes.
Porque seguro que te tendrás que seguir encargando personalmente de algunas funciones, pero muchas otras están consumiendo tu tiempo y energía de forma innecesaria.
Organiza el trabajo en la clínica ayudándote de organigramas en los que plasmes las jerarquías, mapas de procesos en los que recojas cada actividad, manuales de funciones para repartir cada tarea y protocolos en los que definas sistemáticamente las operaciones que conforman cada proceso de la clínica.
Recuerda que no trabajas de forma independiente. Tienes todo un equipo contigo y si la clínica está bien gestionada y las tareas bien repartidas el día a día será mucho más sencillo para todos.
Resumiendo...
Como sabes, las situaciones estresantes forman parte de la rutina, y debemos aprender a convivir con ellas, aprendiendo a manejarlas, y mejorando nuestros hábitos de vida como mantener una dieta saludable, dormir las horas suficientes, disfrutar del tiempo libre y de las relaciones sociales.
Pero si consideras que el estrés supone un problema real para el equipo o para ti, la mejor solución es recurrir a profesionales.